Todas las sustancias que en su cuerpo contienen líquido o que llegan a ese estado, tienen algún nivel de acidez. Se puede medir el nivel de acidez de la tierra, de jugos de frutas o verduras, de sustancias químicas, de bebidas destinadas al consumo humano e incluso de la piel humana.
Las industrias y los laboratorios constantemente miden los niveles de acidez en sus productos, garantizando así que sean aptos para el consumo humano, pero además, los indicadores tienen usos tanto escolares, como en laboratorios, en la industria alimenticia y en la farmacéutica. El nivel de acidez que contienen las sustancias se mide con una escala conocida como PH, y es importante conocer el nivel de PH que contiene cada sustancia. Las sustancias pueden tener un valor negativo o un valor positivo, esto depende en qué lugar de la escala de pH se encuentren.
Las siglas PH significa hidrógeno potencial o potencial de hidrogeniones, esto se debe a que miden la actividad de los iones de hidrogeno en la materia. Para medir el PH de una sustancia se utilizan papeles que se impregnan de un químico que hace reacción con la sustancia, cambiando su estructura y revelando la acidez que contiene. Éstos se conocen como Indicadores de ph y son sustancias como el papel tornasol o de litmus y el naranja de metilo. Estas sustancias al contacto con otra cambian su estructura y lo reflejan con un cambio visible en su coloración.
La escala bajo la que funcionan los Indicadores de ph mide del 0 al 14. Para establecer un criterio sobre los valores negativos y positivos en la acidez de las sustancias, se tomó como referente un punto neutral, el líquido más abundante del planeta, el agua. El agua es una sustancia con un PH neutro y por eso todos los seres vivos pueden estar en contacto con ella.
El PH del agua corresponde al 7.0, este punto se considera neutral y se establece justo al medio de la tabla, aunque el rango de acidez del agua oscila entre 6.5 y 8 dependiendo las condiciones en las que se encuentre. Cuando hay más iones de hidrogeno en disolución suelen indicar valores con PH menor a 7 y se consideran como disoluciones ácidas. En el caso opuesto están las sustancias alcalinas, que son todas aquellas que su PH supera el nivel 7.
Los potenciómetros son otra forma para obtener mediciones de PH, que también son conocidos como PH-metro y son sensores que mediante un proceso electroquímico pueden determinar el pH de cualquier sustancia. En el interior de un bulbo se mezclan ácido clorhídrico y cloruro de plata y se aplica voltaje constante. Esto mantiene el PH en un nivel neutro de 7.0 y la diferencia del voltaje exterior, ya sea negativo o positivo con respecto al punto neutro, es el resultado del nivel de acidez de la sustancia que se está midiendo.
Los potenciómetros son una grandiosa herramienta, pero representan una inversión y un gasto constante. Debido a lo delicado de sus componentes, después de ser usado tiene que ser guardado en una solución con PH de entre 4 y 7 puntos para evitar daños. Una de las problemáticas con los potenciómetros es que si no reciben los cuidados necesarios, los resultados que arrojan pueden tener bastantes errores e incluso llegar a ser muy inexactos.
Otro problema de los potenciómetros es que manejan escalas que van del 0 o 1 al 14, pero muchas sustancias como el ácido de las baterías de vehículos tienen valores mucho menores que 1, y se complica medir dichas sustancias con exactitud. En este sentido, los indicadores como el rojo de metilo, el papel tornasol o el naranja de metilo, para algunas industrias y laboratorios, por su practicidad y costo resultan una mejor inversión.
Siempre existe un indicador que nos ayude a medir con mayor exactitud la acidez de cada sustancia con la que estemos trabajando. Encontrar los Indicadores de ph de la mejor calidad es muy importante, pero el cuidado del medio ambiente también lo es. Es por eso que al escoger un proveedor de sustancias o equipos para indicar niveles de PH, es mejor optar por empresas socialmente responsables, con un gran reconocimiento por parte de sus clientes, y con la experiencia necesaria para ofrecer productos de alta calidad y que fueron elaborados con el menor impacto al medio amiente bajo los estándares más rígidos de calidad.
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