En Farbe ponemos a su alcance una gran variedad de pigmentos naturales, entre los que destacan colorantes vegetales de gran utilidad para la industria farmacéutica y alimenticia y por los beneficios que conlleva su consumo. Hablamos de las clorofilinas, las cuales no deben confundir con la clorofila, aunque se derivan químicamente de ella. Vale la pena que conozcan mejor este producto si desean otorgar una pigmentación verdosa e intensa para sus productos.
Un pigmento con múltiples beneficios para la salud
La clorofila es uno de los colorantes más comunes en la naturaleza, ya que es la que confiere su aspecto verdoso a las plantas, además permite que realicen la fotosíntesis. Posee excelentes propiedades colorantes, y un anillo de porfirina como estructura básica, la cual se asemeja al del grupo hemo en la hemoglobina, aunque en la último el átomo central es el hierro y en la primera el magnesio.
Se trata de un componente insoluble en el agua, pero soluble en aceite, debido a su cadena hidrocarbonada, la cual es grande y se halla unida a anillo de porfirina. Pueden encontrarse dos tipos en las plantas, que permiten la absorción de la luz en longitudes de onda con una mínima diferencia: clorofila a y b.
La clorofilina deriva de la clorofila por medio de síntesis, en la que un átomo de cobre remplaza al de magnesio en el centro del anillo, asimismo, la cadena con el grupo fitol es perdida. Se obtiene así una mezcla semisintética de sales de sodio y cobre, la cual es más soluble en agua que la clorofila, y que ha mostrado contar con propiedades quimiopreventivas, desintoxicantes, antimutagénicas y quimiopreventivas.
La solubilidad de la clorofilina en agua permite que se hallen concentraciones considerables en el suero sanguínea, en cambio no hay evidencia de la absorción de la clorofila cuando es implementada en tratamientos orales, por lo que quedan sus efectos restringidos al tracto digestivo. La clorofilina posee más aplicaciones gracias a que puede alcanzar a más órganos. Presenta también una estabilidad mayor a la oxidación por su diferencia estructural, y por ende tenga una biodisponibilidad más sencilla.
Muchos resaltan sus características terapéuticas, lo que es aplicable para consumo personal, sin embargo, las industrias lo adquieren para usarlo como un colorante. Se trata de uno de los colorantes vegetales más utilizados, por lo que puede encontrarse en alimentos, productos farmacéuticas, e incluso cosméticos. El E141-II, con mayor precisión, consiste en complejos cupíricos de clorofilinas, los cuales se usan ampliamente en chicles, licores, refrescos, caramelos y vegetales en conservas, además, es un aditivo autorizado para su uso en nuestro país ya que no representa un riesgo para la salud.
Hay diversas clorofilinas, sin embargo, las más usadas tanto en la investigación biológica, como colorantes naturales o en tratamientos terapéuticos son la clorfilina de cobre o sodio. La primera recibe el nombre Cu clorofilina, y se obtiene con la adición de cobre y una posterior hidrólisis. Proporciona así un pigmento que oscila entre verde, azul o amarillo, y presenta una mayor estabilidad al calor y la luz que la clorofilina estándar.
Las industrias farmacéutica y de alimentos obtienen un doble beneficio al implementarla en sus productos ya que no solo proporciona un color intenso y de gran adherencia, también beneficios para la salud de los consumidores. Si bien se suministra en ligeras cantidades, resulta un pigmento de utilidad para la eliminación de sustancias nocivas, la cicatrización, y actuar como modulador del sistema inmunológico.
Se trata de uno de los tipos de pigmentos vegetales en alimentos con mayores propiedades bioactivas. Se encuentra disponible comercialmente como una mezcla compleja de diferentes moléculas de clorina. En internet circulan múltiples estudios que han reportado una amplia variabilidad en la composición de la mezcla, y la presencia de porfirinas y derivados de cloro sin cobre.
Su ingesta y beneficios para la salud son aún objeto de estudio debido a que hay resultados que sugieren su uso no solo como colorante, sino como anticancerígeno. Sus mecanismos de acción y de absorción aún no se conocen del todo, sin embargo, hay pruebas de que es uno de los colorantes más llamativos para la industria médica.
La clorofilina posee la capacidad de crear complejos moleculares con algunos productos químicos que son identificados como detonantes del cáncer, por ejemplo, hidrocarburos aromáticos policíclicos, los cuales se hallan en el humo de los cigarrillos, aminas heterocíclicas contenidas en la carne que se cocina a temperaturas elevadas. Su unión con estos elementos cancerígenos puede interrumpir su absorción en el sistema gastrointestinal, lo que disminuye que lleguen a los tejidos vulnerables de sus efectos perjudiciales.
El uso industrial de la clorofilina como uno de los mejores colorantes vegetales lleva décadas, y desde entonces no se han reportados efectos nocivos, lo que avala su seguridad. Su uso en alimentos no presenta efectos secundarios en comparación con los sintéticos, ni ha provocado reacciones antigénicas. Cuando se usa en alimentos o medicamentos, no se presenta coloración alguna en la orina, heces o lengua, sin embargo, si cuando se ingiere de manera aislada. Su consumo como colorante tampoco ha reportado molestias gastrointestinales. Los alimentos en los que suele encontrarse son helados, productos lácteos, bebidas, confiterías y salsas.
Si desean utilizarla como colorante, pueden encontrarla en distintas presentaciones, por ejemplo, líquido soluble en agua, polvo y líquido soluble en aceite. El nivel de uso recomendado oscila entre 0.01 % y -0.1 %, según la fuerza del producto. En la industria cosmética, es común su uso para la producción de bombas de baño y geles de baño, debido a sus propiedades desinflamatorias y desodorantes. Permiten el cuidado del cabello, piel y boca, por lo que suele incluirse en los enjuagues bucales y pastas dentales. Se utiliza también en cremas para acelerar la curación de heridas y captar radicales libres.
Lo recomendable es adquirirla con una empresa que tenga experiencia en la venta de colorantes, especialmente si la requieren para grandes volúmenes. En Farbe encontrarán un proveedor de gran conveniencia no solo por los estándares de calidad bajo los que operamos y nuestras certificaciones como las otorgadas por KMD México, FSSC, American Halal Foundation, también por nuestras más de cuatro décadas de experiencia en la fabricación de lacas, pigmentos naturales y artificiales, recubrimientos farmacéuticos, etcétera.
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