Solo con el pasar de los años iremos descubriendo todas las repercusiones físicas y emocionales que la pandemia del COVID-19 dejará en cada uno; sin embargo, no es necesario esperar tanto para estar seguros de que los hábitos de consumo se han modificado a partir del confinamiento.
La inusual rutina que tuvimos que adoptar ante la contingencia, en muchos casos llevó a las personas a buscar consuelo en la comida, lo que ha sido excelente para el sector de la confitería, no obstante, la pandemia también ha incrementado el número de consumidores interesados en productos más saludables.
Si bien, el público aprecia las bondades propias de las golosinas, como colores brillantes y sabores intensos, es cierto que la inclinación hacia lo natural es ya una constante.
De modo que los productores de alimentos enfrentan un desafío nada sencillo; el mercado aún se encuentra dividido entre los que buscan sensaciones e imágenes que les evocan momentos felices sin considerar tanto sus ingredientes, y quienes día a día van migrando hacia lo natural.
En enero del 2020, Global Ingredient Tracker de Tate & Lyle, presentó en un estudio patentado, que revela la disposición de un gran número de consumidores para probar nuevas opciones; siempre y cuando ofrezcan atributos adicionales como bajo contenido de azúcar, saborizantes y colorantes naturales, fibra, colágeno y «cualquier cosa que asocien con la salud inmunológica, desde las vitaminas C y D hasta el zinc e incluso los probióticos».
COVID-19 obligó al mundo a modificar su estilo de vida, de trabajo y por supuesto de consumo, la industria alimenticia tiene claro que no hay marcha atrás y la tendencia se mantendrá hacia los ingredientes orgánicos sobre los sintéticos.
En Farbe Naturals, llevamos años trabajando para obtener colorantes naturales que nos permitan disfrutar nuestros productos favoritos con la confianza de una etiqueta más limpia.
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