Los conservantes son componentes básicos que garantizan la seguridad del producto desde el momento en el que sale de producción hasta cuando es consumido por el cliente; se trata de uno de los aditivos más relevantes pues sin él, se presentan desperdicios en toda la cadena de suministros y las pérdidas tanto económicas como funcionales dejarían en quiebra a las fábricas productoras; en ese sentido, se han implementado en el mercado dos alternativas: el conservador natural para alimentos y el artificial.
Este último ha sido uno de los más aceptados por parte de las productoras ya que se trata de un producto económico y muy promocionado por los laboratorios, quienes buscan que sus compuestos sintéticos están en la dieta de la población con el fin de incrementar sus ventas y patentar nuevas fórmulas en el mercado y así impactar en las cadenas de suministro; no obstante, el paso de los años ha demostrado que estos elementos no traen beneficios en el largo plazo para los consumidores y son mayores los riesgos que produce en el organismo del consumidor.
Si bien algunos aditivos no son dañinos, existe un grupo (que casualmente corresponde con los más utilizados) que resulta muy perjudicial para el organismo, en el artículo de hoy le mostraremos cuáles son y por qué debería evitarlos en el momento de la producción del alimento y mejor optar por alternativas naturales.
Grasas trans
Este ha sido uno de los términos más famosos en la nutrición en los últimos años, ha estado en el foco de muchas personas que desean tener una alimentación saludable y dejar de lado todo tipo de compuestos inorgánicos que producen daños a largo plazo. Se crea cuando se le inyecta hidrógeno al aceite con el fin de cambiar su textura y extender su vida útil.
Este método no es directamente un conservador para el alimento, sino que está enfocado en el aceite, ocasionando que sea menos probable que se eche a perder a lo largo del tiempo y la cadena de producción aumente su eficiencia.
Cuando el consumo de los alimentos freídos en este aceite es muy excesivo se aumenta el riesgo de padecer enfermedades cardíacas, diabetes tipo 2 y accidentes cerebrovasculares, en especial en personas que por diversas condiciones genéticas o ambientales ya tienen una predisposición. Algunos productos que incluyen esto son frituras, palomitas de maíz y en general cualquiera que se sirva frito.
Recomendamos decantarse por otros tipos de procedimientos para conseguir el mismo resultado. Si el problema es encontrar la misma apariencia simplemente debe emplear el pigmento natural apropiado y así mantener el efecto visual pero más sano.
Nitrito de sodio
Se trata de un elemento sintético que se elabora a partir de la fusión de Hidróxido de Sodio, Óxido Nitroso y Óxido Nítrico; se emplea para prevenir la aparición de bacterias y microbios en las carnes procesadas, el atún enlatado y los embutidos; ha sido un excelente inhibidor de estas sustancias en el momento en el que los indicadores de pH muestran una contaminación y ayudan a prevenirla.
Sin embargo, ha sido criticado porque reduce el nivel de oxígeno que es transportado por la sangre y predispone a las personas a padecer cáncer en el páncreas. Como conservante posee excelentes características, pero también está clasificado dentro de la toxicidad alta, por lo que es recomendable explorar otras opciones desde el conservador natural para alimentos con el fin de impedir que estos microorganismos ataquen a la comida, pues no servirá de nada intentar proteger a los consumidores si el compuesto afecta la integridad del organismo.
BHA y BHT
El Hidroxianisol Butilado (BHA) y el Hidroxitolueno Butilado (BHT) son dos conservantes que se encuentran comúnmente en la producción de cereales, chicle y aceites; su objetivo es mantener las características del alimento por más tiempo del que permite la vida útil de la comida, es decir, asegurar que no cambiará de color, sabor, olor, textura, entre otras. Algunos de los inconvenientes que se han relacionado a este tipo de sustancias se focalizan en el sistema neurológico, alterando el comportamiento y predisponiendo a la persona a generar cáncer debido a sus propiedades oxidantes.
Si desea evitar este tipo de daños en el organismo de sus consumidores le recomendamos que opte por implementar el conservador natural para alimentos de forma que se asegure de que protegerá el producto, pero sin perjudicar la calidad de vida de su clientela. Estos compuestos son desarrollados de extractos de sustancias que se encuentran en la naturaleza y que permiten interrumpir el paso del tiempo y las acciones de las bacterias, hongos y virus.
Con el fin de conocer más información acerca de nuestro conservador natural para alimentos rellene el formulario que encuentra en la sección de contacto o visítenos en la Av. Javier Barros Sierra. Número: 540 Piso 5 – Torre 1. Colonia: Lomas de Santa Fe. Delegación: Álvaro Obregón. CP: 01210.