Desde los orígenes de los medicamentos se han utilizado capas de recubrimientos farmacéuticos que hacen más fácil su ingesta, digestión, absorción y consumo. Desde recubrimientos de origen vegetal hasta láminas de oro y plata, la variedad de materiales que se han utilizado para revestir a los medicamentos ha sido muy amplia. Sin embargo, no fue sino hasta el siglo XIX que se empezaron a emplear las mismas sustancias y técnicas que se usan hoy en día. Entre los más empleados se encuentran el gel o gelatina y el azúcar. Con respecto a las técnicas más utilizadas y que se lograron perfeccionar en el siglo XX destacan diversas, algunas de las cuales hemos ya señalado en entradas anteriores que vale la pena que revisen si están interesados en el tema.
Ahora bien, la utilidad de un recubrimiento farmacéutico, como el que en Farbe, especialistas en colorantes artificiales, ponemos a su alcance, es la de dar al medicamento una mayor durabilidad y resistencia así como mantener sus propiedades y calidad. Con respecto a la variedad de recubrimientos farmacéuticos más solicitados pueden mencionarse los de liberación inmediata, los de liberación prolongada y los de liberación entérica.
Los primeros sobresalen por brindar protección contra humedad y malos olores que pueda tener el medicamento además de aportar color y brillo al producto final con tal de que sea más agradable a la vista. Por otra parte, los recubrimientos de liberación prolongada comúnmente están hechos de etilcelulosa o ácido metacrilato y ayudan a controlar la liberación del principio activo de una tableta.
¿Qué hay de los recubrimientos de liberación entérica?
Los recubrimientos farmacéuticos de liberación entérica sirven para que el medicamento no se digiera al entrar en contacto con los jugos gástricos que están en el estómago y que en su lugar sea absorbido por los intestinos. Estos suelen tener una o varias capas de mayor dureza para brindar tal protección adicional al medicamento.
Descrito de un modo un poco más técnico, los recubrimientos entéricos demuestran resistencia al medio ácido del estómago y se disuelven en un medio alcalino como el que se presenta en el fluido intestinal, esto sucede gracias a que cuentan con un recubrimiento gastroresistente que sirve específicamente para ese fin. Cabe agregar que esto también ayuda a proteger la mucosa gástrica contra la irritación que pueden originar algunos medicamentos.
Las capas exteriores que componen a los recubrimientos entéricos suelen estar formadas por mezclas de sustancias diversas como gelatinas, azúcares, colorantes, aromatizantes, entre otros. Estos recubrimientos presentan algunas ventajas las cuales vale la pena que conozcan, por lo que las mencionaremos a continuación.
Por un lado, ayudan a ocultar los sabores y olores fuertes de los fármacos, así como brindar la ya mencionada protección adicional al medicamento. Esta protección resulta muy útil tanto para proteger a un fármaco del medio ambiente, por ejemplo, contra la humedad o el ambiente gástrico. Esto también ayuda a evitar la irritación gastrointestinal ya que ciertos fármacos pueden resultar en irritación de las paredes del estómago al tomarse en tratamientos prolongados. Del mismo modo esta protección ayuda a que el medicamento no se disuelva en la boca y controla el tiempo de desintegración del fármaco.
Ahora bien, el tiempo promedio de absorción de un fármaco con recubrimiento entérico es de 60 a 90 minutos después de ser ingerido. Al llegar al intestino el fármaco se libera y se absorbe directamente por el flujo sanguíneo donde son biotransformados y metalizados para su paso a la circulación sanguínea general.
Cuando un medicamento con recubrimiento entérico se consume con alimentos su velocidad de absorción disminuye. Esto resulta en un retraso y una reducción de su concentración máxima. Sin embargo, la biodisponibilidad del medicamento no se altera por lo que el efecto terapéutico de un fármaco es el mismo al consumirlo en ayunas a consumirlo con alimentos. La vida media del fármaco es de aproximadamente dos a cuatro horas tras su ingesta. Posteriormente el fármaco es eliminado mediante la orina unas seis horas tras su administración oral.
Con respecto a su disponibilidad, los medicamentos con recubrimientos farmacéuticos entéricos se encuentran disponibles en forma de comprimidos, grageas o cápsulas que poseen diferentes variedades de excipientes en las capas que actúan en la protección del principio activo presente en el fármaco. Por los motivos que ya se señalaron no es recomendable partir las pastillas para evitar modificar su forma de absorción. Mientras que no hay ningún inconveniente en partir pastillas de liberación inmediata o de acción rápida, esto puede modificar completamente la forma en que se absorbe y actúa un fármaco de liberación entérica.
La fabricación de los recubrimientos entéricos o de efecto retardado esta se realiza con base en polímeros orgánicos o acuosos dependiendo de su compatibilidad con los principios activos del fármaco por suministrar. Las fórmulas de nuestros productos son compatibles con una gran cantidad de principios activos en varias categorías terapéuticas entre los que se incluyen los de alta o baja dosis, solubles o insolubles en agua y activos con una vida útil corta o una ventana terapéutica pequeña.
Desafortunadamente es una realidad que el público más amplio desconoce si un fármaco está diseñado para tener un efecto retardado mediante un recubrimiento entérico y muchas ocasiones por su tamaño o forma las personas solemos partir una tableta a la mitad para poder pasarla más fácilmente con un trago de agua o algún otro líquido. Esto no solo modifica el tiempo de absorción de un medicamento, sino que puede llegar incluso a alterar por completo su efectividad.
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