El uso de pigmentos naturales en la industria avícola tiene que ver con la extracción y procesamiento de las llamadas xantofilas, a saber, colorantes amarillos de los que se explotan principalmente tres tipos, a saber, el apo-ester de producción sintética, la luteína que es la que se extrae de la flor de cempasúchil y da una coloración a la piel de un pollo y favorece que las llamas de los huevos tengan un color más intenso, y la zeaxantina que también es de origen vegetal.
Ahora bien, el extracto crudo de la flor de cempasúchil contiene xantofilas esterificadas, es decir ligadas a ácidos grasos, que se deben liberar para su absorción intestinal por parte de las aves. Las xantofilas del extracto de flor de cempasúchil se saponifican para que puedan ser transformadas en xantofilas libres y sean más biodisponibles. El proceso de extracción se centra básicamente en una extracción por medio de solventes y enzimas de agentes biológicos, con el único propósito de que las yemas de los huevos tengan un mayor atractivo para el consumidor, ya que de lo contrario las yemas tendrían un color casi transparente, algo que sin duda sería poco apetitoso para muchos.
Como dato adicional, cabe mencionar que en la actualidad China lidera el mercado mundial de la extracción de colorantes naturales de este tipo con un 75% de la producción mundial, seguido por India con un 20% de la producción. Esto se debe principalmente a una mejor capacidad de cultivo y mayor inversión. Pero México concentra 32 de las 55 especies de flor de cempasúchil conocidas y podría volver a ser competitivo si se centra en la mejora genética de la flor para producir mayor biomasa, con ayuda de empresas especializadas en esta industria como Farbe.
Esperamos que esta publicación les haya sido de utilidad, estimados lectores y lectoras. Si desean colorantes extraídos de esta hermosa flor para su uso en granjas avícolas, no duden en contactarnos. ¡Los esperamos!
