El pH o potencial de hidrogeno es uno de los factores más importantes en la industria farmacéutica, alimenticia, de bebidas y una variedad de industrias. En la actualidad, existen dos métodos principales utilizados como indicadores de pH: los potenciométricos y el fotométrico. Los métodos potenciométricos se relacionan con la medición de voltajes eléctricos en electrodos sensibles al pH; mientras que los ópticos incluyen el análisis visual y fotométrico de los cambios de color dependientes del pH.
Métodos potenciométricos
En este sistema se utilizan equipos electrónicos que miden la medición de voltajes eléctricos mediante electrodos sensibles. Los cambios de pH en un producto hacen que el flujo de voltaje varíe en cantidades mínimas que pueden registrar el equipos y traducirlo en niveles de ácido o base. En la actualidad, los más utilizados son los medidores digitales que tienen una alta precisión, pero requieren una calibración periódica y son sensibles a diferentes factores ambientales, como la humedad, la temperatura y el uso.
Métodos ópticos
Estos métodos utilizan cambios de color dependientes del pH de pigmentos naturales específicos, denominados indicadores de color. Así, a medida que aumenta el valor del pH, el color del indicador, por ejemplo, el rojo de metilo en una solución acuosa, cambia de rojo a amarillo a un pH de 4.9.
Otro ejemplo, como la fenolftaleína, se vuelve rojiza a un pH de 9.5. El valor del pH se estima mediante una comparación visual del color con una escala determinada. Sin embargo, la precisión solo es suficiente para proporcionar una estimación aproximada. Estos métodos también se denominan colorimétricos o espectrofotométricos, según el equipo y la fuente utilizada.
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