Los consumidores conscientes quieren sentir que un alimento o bebida es fiel a sus creencias, lo que ha llevado a la promoción de afirmaciones del tipo, «sin colorantes ni conservantes artificiales», «100% orgánico» o «elaborado con ingredientes naturales». Los clientes que buscan lo que consideran comidas saludables no le brindan a la industria la definición consistente que aceptan en las etiquetas de los productos; en resumen, esperan que la comida sea tan buena como debería ser, pero en lugar de implementar químicos que se clasifican dañinos prefieren al conservador natural para alimentos.
Diversas investigaciones del consumidor han ayudado a recopilar las categorías clave que buscan los usuarios cuando se trata de alimentos confiables de la denominada etiqueta limpia; entre estas se encuentran los ingredientes, el valor nutricional, la sostenibilidad del empaque y, sobre todo, la implementación de aditivos naturales como el colorante vegetal.
Como resultado, a medida que la industria alimentaria se esfuerza por satisfacer estas necesidades, se enfrenta al desafío de equilibrar la comodidad y la seguridad mientras entrega los alimentos con productos nada artificiales, desde sus ingredientes hasta el pigmento natural.
Por estos motivos, los esfuerzos de Farbe se han enfocado en mantener equilibradas las mayores preocupaciones de los consumidores y entregar un producto sano y que los clientes prefieran por encima de las otras alternativas del mercado; en concreto, nos especializamos en evitar las siguientes circunstancias: desperdicio, seguridad alimentaria y apariencia de los alimentos.
¿Cómo se realiza el equilibrio?
Desperdicio
Los alimentos con ingredientes naturales son la historia estándar en muchos consumidores, pero desafortunadamente tienen una vida útil corta. Cuando se piensa en un pan integral con elementos vegetales, sabemos que se estropeará en unos tres días y puede enmohecerse en menos de una semana. En nuestra experiencia, ya sea un pastel o en general cualquier tipo de comida de «etiqueta limpia», a menudo se come simplemente para no desperdiciarla y no con el fin de disfrutarla.
El mismo viaje de consumo emocional no se aplica a las comidas que se compran de acuerdo con las tendencias naturales, que a menudo exigen un alto nivel. Cuando los consumidores se dan cuenta de que la vida útil de los alimentos de etiqueta limpia es inconveniente e inadecuada, existe una asociación negativa que conduce a la presión de recaer en aquellos que conservan la comida de manera artificial.
Esto reduce el deseo de volver a comprar estos alimentos de alta calidad pensando que se trata de un desperdicio teniendo que adquirirlos más a menudo para satisfacer su necesidad.
La solución es encontrar un conservador natural para alimentos que satisfaga las expectativas de los consumidores en cuanto a etiquetas e ingredientes de origen vegetal, que, al igual que agregar jugo de limón a una ensalada o lavar la fruta fresca con vinagre, se puede usar una combinación de métodos tradicionales e investigación científica y así resolver estos problemas.
Seguridad alimentaria
La primera afirmación que se destaca de un producto recién lanzado en múltiples espacios es «sin aditivos/conservantes»; puesto que los consumidores quieren ingredientes que puedan entender y en los cuales confiar, anteponiendo la seguridad alimentaria. Por ejemplo, en las carnes la apariencia es muy importante, y los clientes la comprobarán.
Por lo que los consumidores rechazan los conservantes artificiales con tal de no arriesgarse a alimentar a sus familias con químicos que arruinen su calidad de vida, pero tampoco descartan la idea de aplicar estas sustancias con el objetivo de mantener la frescura de los alimentos. En ese orden de ideas, la industria debe recurrir a la naturaleza para encontrar soluciones que les ayuden a satisfacer las necesidades de los clientes sin comprometer la seguridad alimentaria.
Estética
Las percepciones de los consumidores sobre la forma natural de algunos alimentos pueden variar según la región y el nivel educativo. Por ejemplo, algunas clases de caviar tienen un color gris amarillento por defecto, pero el mercado está acostumbrado a introducir el rosa como marca de calidad; y por ello los clientes, aunque sea un producto natural de la más alta calidad, temen que se estropee debido una coloración desconocida.
Esto ocurre en otras categorías en los últimos años, por lo que se necesita encontrar maneras de tranquilizar a los consumidores que pueden sorprenderse por la presencia natural de ciertos alimentos.
En ese sentido, con el conservador natural para alimentos es posible adquirir las tonalidades que exige el mercado sin que se pierda la característica de etiqueta limpia; brindándole colores que se asocian a una mayor calidad y por ende a un mejor índice de ventas.
En conclusión, el conservador natural para alimentos le permite mantener un equilibrio entre lo que exige el mercado y una protección de la comida; por ello, le recomendamos que se contacte con nosotros a través del formulario que encuentra en la sección de contacto.
