Desde los inicios de la humanidad se han empleado diferentes colores para darle un valor agregado a los productos de consumo: telas y alimentos son tan sólo dos de los ejemplos del poder que tienen los colores sobre la calidad de un producto. En los primeros años de su uso, el colorante vegetal era la principal fuente de pigmentos que se extraían de plantas y flores; en esta época eran empleadas principalmente en la fabricación de ropa y artículos religiosos.
Las sustancias vegetales más empleadas como colorantes naturales eran el palo de campeche, índigo natural y cúrcuma; durante muchos años esta industria se mantuvo como la única manera para colorear la comida y la ropa, pero al llegar la segunda mitad del siglo XIX, durante el auge de la revolución industrial, se comenzaron a formular diferentes composiciones que los reemplazaron, comenzaba la era de los colores artificiales, tintes desarrollados en un laboratorio y que buscaban implantarse en el mercado.
Durante muchas décadas el colorante artificial se implementó de manera masiva en diferentes industrias dedicadas a desarrollar productos enfocados al consumo y los colorantes para alimentos y ropas de origen vegetal quedaron relegados a un rincón de productos exclusivos en el mercado. Pero hace poco tiempo comenzó una tendencia en los consumidores por preferir aquellos productos naturales y evitar los posibles efectos secundarios que tenían los implementos desarrollados en laboratorio.
Es allí donde el colorante vegetal volvió a tener relevancia y comenzó a ser demandado por productores de alimentos, textiles, bebidas, entre otros como parte de la campaña de etiquetas limpias que tan buenos resultados proporciona a nivel de marketing y ventas.
¿Cuál es la importancia del color en el mercado?
Psicológicamente, el color tiene un valor muy importante dentro del consumidor, siendo un elemento condicionante a la hora de decantarse por un producto; y en una era en donde todos los productos entran por los ojos antes que por cualquier otro sentido, es de esperar que las marcas prioricen un color vívido, natural y sobre todo atractivo; tres características que sólo pueden aportar un tinte de origen natural.
Pero un color no sólo determina si es más atractivo o no, también se vincula implícitamente con los valores y sensaciones que desea transmitir, determinando las experiencias que el consumidor espera de su producto.
¿Cuál es el color natural?
Se trata de pigmentos extraídos de productos naturales como verduras, frutas, minerales y sobre todo plantas que al agregarse a un bien, le otorgan un color vívido, vibrante y atractivo para los consumidores. Algunos de los ejemplos de colorante vegetal son:
- Espirulina: Es una alga con un tono azulado que además posee un alto nivel de proteínas. El mayor campo en el que es aplicada es en las bebidas para deportistas.
- Cúrcuma: Se trata de una planta con un característico color amarillo que posee propiedades antiinflamatorias.
- Paprika: Si desea un tono rojizo potente y que le sirva como antioxidante, este es el colorante ideal.
Como vimos, los colorantes de origen natural son muy abundantes y poseen muchas tonalidades que puede aprovechar en cada uno de sus productos; pero si ha prestado atención, se dará cuenta de que no sólo dan color sino que aportan propiedades que potencian el poder de su producto (en el caso de alimentos y bebidas) como proteínas, nutrientes, vitaminas, antiinflamatorios y antioxidantes; los cuales beneficiarán al consumidor final y serán una forma de promocionar el producto.
Beneficios de implementar al color como protagonista en los alimentos
Implementar un colorante en productos tan importantes como la comida le permite añadir color a alimentos que normalmente son incoloros o tienen una tonalidad muy opaca y no logra resaltar entre la competencia, pero si este color es natural, tendrá la seguridad de que su producto aún sigue siendo 100% natural, ganándose la confianza de toda una generación preocupada por el impacto que tiene la alimentación en el estado de salud.
El caso del caramelo
Antes de finalizar, queremos mencionar el caso especial del tono caramelo presente en diferentes alimentos que tienen esta tonalidad; hasta hace unos años, el compuesto artificial conocido como E-150 a-d era la opción predilecta para obtener esta tonalidad; sin embargo, en Farbe Naturals nos especializamos en encontrar alternativas naturales para mejorar la calidad de los alimentos y por ello implementamos tonalidades marrones de extracto de malta como tono caramelo.
Si desea acceder a las ventajas del colorante vegetal y ofrecerle una alternativa 100% natural a sus clientes, visítenos en la Av. Javier Barros Sierra #540, Piso 5 – Torre 1, Lomas de Santa Fe, 01210, alcaldía Álvaro Obregón o rellene el formulario que encuentra en la sección «contacto» de nuestro sitio web y en el menor tiempo posible lo atenderá uno de nuestros asesores.
