El uso de colorantes artificiales está relacionado con el riesgo de la salud. A pesar de que la mayoría han sido aprobados por la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos, en EEUU), cada país tiene restricciones sobre la aplicación de los colorantes en la industria alimentaria. Debido a esto los consumidores somos más conscientes de los ingredientes de los productos que adquirimos, especialmente a los colorantes artificiales.
La mejor alternativa para la industria de alimentos y de bebidas es el colorante vegetal. En este artículo vamos a comentar sobre el auge del uso de colorantes de origen natural y cuáles son las funciones de estos aditivos en la industria alimentaria.
¿Por qué no se recomienda el consumo de colorantes artificiales?
Los colorantes artificiales están asociados a la aceleración de las células cancerígenas en el cuerpo humano. En el caso de los niños, suelen influir en la hiperactividad, problemas de digestión y también generan alergias por su consumo. En general, hay que tener mucho cuidado con los ingredientes que estamos introduciendo a nuestro organismo y en algunos casos hasta el de nuestras mascotas.
Estos son algunos de los riesgos que se han encontrado en los colorantes artificiales según un reporte llevado a cabo por el Center For Science in the Public interest:
Azul 1
Este colorante causa reacciones alérgicas y se reportó en algunos casos la aparición de tumores en riñones en ratones, además de inhibir el desarrollo de las neuronas. Este lo podemos encontrar en medicinas, bebidas, productos horneados, cereales entre otros.
Verde 3
Algunos resultados lo han relacionado con tumores en vejiga. Este colorante suele ser utilizado en productos de cuidado personal, dulces, bebidas, helados, medicamentos y cosméticos.
Rojo 3
También es conocido como Eritrosina. Por suerte, este aditamento está prohibido para su uso en cosméticos y medicamentos de aplicación cutánea por la FDA de EE. UU., además de ser reconocido como cancerígeno en los animales.
Amarillo 5
Al amarillo 5 se le conoce también como Tartrazina y está relacionado con reacciones alérgicas genotoxicidad e hiperactividad en niños. Además, contiene los carcinógenos benzidine y 4-amino-biphenyl. Está ampliamente implementado en alimentos, cosméticos y medicinas.
¿Por qué elegir el colorante natural en la industria alimentaria?
A pesar de que la producción industrial se resiste a usar colorantes naturales, la naturaleza nos ha brindado excelentes alternativas para encontrar colores vivos y brillantes para incluir en los alimentos que consumimos y en las bebidas que bebemos. Incluso, la mayoría de estos aditivos derivan de las verduras y frutos que deberíamos incluir de todos modos en nuestra dieta.
La idea errónea de que el colorante vegetal no otorga un color vibrante ha esparcido la aceptación de los colorantes artificiales, no obstante, esto también puede ocurrir con esa alternativa sintética. En cualquier caso, debemos prestar atención en la calidad del tinte con el objetivo de adquirir colores más vivos.
¿De dónde se obtienen los colorantes alimentarios naturales?
Si bien la naturaleza está repleta de color, no todas las plantas son viables como colorantes alimentarios naturales. Sin embargo, las que pueden ser utilizadas destacan porque sus propiedades les permiten ser transportados, almacenados y procesados con los colores vibrantes listos para su utilización. Entre la materia prima más utilizada en el colorante de origen natural se encuentran:
- Patatas dulces.
- Repollo rojo.
- Calabaza.
- Raíz de remolacha.
- Zanahorias y jugo de zanahoria.
- Cúrcuma.
- Arándanos.
- Moras
- Fresas,
¿Cómo utilizar los colorantes de origen natural?
La tendencia del consumo de colorantes vegetales nace en las restricciones alimentarias, ahora cada vez más personas han decidido estar atentos a los ingredientes de sus alimentos. Parte de esta tendencia ha llegado a golosinas como los skittles que comenzaron a usar colorantes de origen natural.
En general, el uso de colorantes de origen natural tiene la preconcepción de que es imposible producir colores difíciles. Los colores que son más fáciles de emular son los verdes, rojos y amarillos, pues están esparcidos por todo el reino vegetal.
El rojo intenso, por ejemplo, se puede producir con el jugo de remolacha, un candidato lógico como el colorante alimentario natural. Asimismo, es importante mencionar que gracias a los avances en la ciencia y la fabricación han ampliado la paleta de colorantes alimentarios naturales.
Incluso los colores tradicionalmente difíciles como el azul se están creando a partir de ingredientes naturales. El azul brillante ha sido durante mucho tiempo el estándar para agregar este color tan complicado en los alimentos que comemos. En la actualidad se ha conseguido derivar un pigmento azul de la col morada.
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